La miel en la historia de nuestra cocina.

Hace algunas semanas en nuestra tienda de miel online recibimos un encargo muy especial, por parte de una empresa que elabora sus propias recetas con el objetivo de conservar el sabor de antaño, por medio de ingredientes básicos de la cocina española y tradicional.

El concepto de miel

En esta nueva entrada en nuestro blog queremos adentrarnos en el origen de la miel en nuestra cocina. Cómo ha sido la evolución mundial del consumo de miel en otros países y qué se entiende por miel hoy en día. El concepto de miel, según el «Código Alimentario Español». Así, se entiende por miel «el producto alimenticio producido por las abejas melíferas a partir del néctar de las flores o de las secreciones procedentes de partes vivas de las plantas o que se encuentran sobre ellas, que las abejas liban, transforman, combinan con sustancias específicas propias y almacenan y dejan madurar en los panales de la colmena. Este producto alimenticio puede ser fluido, espeso o cristalino».
Esta descripción es válida y exacta, pero la miel es algo más que una fría definición. La miel es un alimento que los seres humanos conocen y consumen, según los antropólogos, desde hace unos 200.000 años. Esto ha hecho del mismo un alimento mítico, rodeado de leyendas que le atribuyen toda clase de virtudes curativas y nutritivas.

En la época actual, con el auge de los alimentos biológicos, la miel se considera un producto beneficioso para la salud que goza nuevamente de una gran reputación como producto «natural». La miel es realmente un producto biológico de composición compleja. Es además muy diversa, no deberíamos hablar de miel, sino de mieles, como se habla de vinos o quesos.

La miel a través de los siglos

A lo largo de los tiempos son numerosas las referencias que se han hecho de la importancia de la miel en las diferentes civilizaciones. Por contar algunas, en las cuevas paleolíticas de Bicorpo y Dues Aigues, el Dios Visnú se representa como una abeja posada sobre una flor de loto. Se cree que las abejas fueron objeto de veneración religiosa, siendo la miel una ofrenda a los dioses en muchos países.

Las cervezas más antiguas cuentan con la miel entre sus ingredientes. Esta se mezclaba con agua y se dejaba fermentar, y se convertía en una bebida alcohólica que procuraba una especie de éxtasis entre sus consumidores. Por ello, considerada el “néctar divino”. Los vocablos bier (alemán), beer (inglés), biére (francés) y birra (italiano), significan cerveza, son derivaciones del nombre de aquella primera cerveza obtenida a través del producto de las abejas y que los celtas denominaron “biura“.

En los textos sagrados de la Biblia nos encontramos también menciones a la miel: en “Los proverbios” (XXIV, 13) el Rey Salomón, aconseja: “Come la miel, hijo mío, que es cosa buena”. También en “El cantar de los cantares”, se alaba la dulzura de la miel.

En 1872, J. Ebers, explorador alemán, encontró en Egipto un papiro de unos 1500 años antes de Cristo en el que se mencionan la cura a diferentes enfermedades y en el que la miel era el elemento principal de los medicamentos prescritos.

En la Grecia antigua, existía la creencia de que el dios Zeus (Dios de Dioses) había sido alimentado con miel durante su infancia. Pitágoras, Hipócrates y otros grandes sabios de la antigua Grecia eran grandes consumidores de miel a la que atribuían su longevidad y salud. Hipócrates murió con ciento siete años.

En la época romana, el consumo llegó a estar tan extendido que además de consumirla directamente del panal, la usaban como conservación de fruta (ver nuestra entrada sobre meloja) y pescados, que guardaban en ánforas cubiertas de miel. Un ejemplo de esto, es que se dice que Nerón llegó a gastar en sus convites 400.000 sestercios (unos 6000 euros actuales). Pero no sólo consumían miel los patricios y senadores, el pueblo llano hacía uso de ella y uno de los principales abastecedores era la provincia hispana del Imperio Romano.

Otra referencia a la miel en nuestra historia, viene de la expresión “luna de miel”. Esta tiene su origen en una costumbre romana en la que la madre de la novia cada noche dejaba en la habitación nupcial una vasija de miel, a disposición de los recién casados. La afición de los romanos por la miel fue adoptada con gran facilidad por los celtas, galos, francos y hunos.

Los árabes también conocían las virtudes des este maravilloso manjar y la consumían tanto por salud como por belleza. Los chinos han utilizado la miel como ingrediente importante dentro de su exquisita cocina.

En la época feudal, los señores seguían recibiendo los pagos de sus arrendatarios en miel y cera. El azúcar solo era entonces una exótica sustancia procedente de Arabia. En la época del descubrimiento de América, las abejas tuvieron un papel importante y se asentaron en el Nuevo Mundo.

Así pues, vemos que en todos los lugares y en todas las épocas la miel ha sido objeto de consumo por parte de la Humanidad, siendo considerada un alimento digno de ser ofrecido a los dioses.

A partir del siglo XVI, la llegada del azúcar de caña en cantidad procedente de los países de América y el aprovechamiento de la remolacha como productora de azúcar hicieron casi desaparecer la apicultura. Por fortuna, se ha vuelto a reconocer que la miel es algo más que un edulcorante y su consumo vuelve a estar en alza.

Fuentes:


La miel en la cocina de hoy

Costillas a la miel

Una vez hecho este repaso histórico de los orígenes de la miel en nuestra cocina, nos ilusiona saber que la miel sigue siendo uno de los principales ingredientes de la cocina actual. Así lo dejan patente en La Alacena del Ángel, donde mezclan el sabor tradicional con la cocina de autor actual y eso es el encaje perfecto para disfrutar tan ricamente de sus platos. Si entras en su web podrás comprobar que su plato de “Costillas en Miel de Romero de Sierra Nevada” lleva también un poquito de nuestra familia “Miel El Purche Sierra Nevada”. Este plato está elaborado con costillas de cerdo, asadas toda la noche a baja temperatura, para que se deshagan en la boca, con limón de las huertas del valle de Abdalajis, ajo, tomillo y  miel de romero de Sierra Nevada. El plato va envasado al vacío y pasteurizado, con medio costillar de unos 650 gramos. Hay que probarlo… este plato y todos los que elaboran.

Y es que donde se hacen las cosas con cariño, con dedicación, con profesionalidad y gusto, se originan los mejores productos. No dudéis en hacer vuestro pedido en Alacena del Ángel y disfrutar del sabor de siempre.


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