La apicultura en Granada hace 163 años

¿Se elaboraba miel natural en Granada en los siglos pasados? ¿Os habéis preguntado cómo sería la vida de los apicultores en esos tiempos? Yo me he hecho esa pregunta varias veces, ya que si en la actualidad el trabajo con las colmenas y las abejas es exigente, ¿Cómo sería en la Granada del siglo XVIII o XIX?

Granada en torno a 1850. Grabado de Alfred Guesdon conservado en la Biblioteca Digital Hispánica

Un trozo de historia de la miel en Granada

Documentándome hace unos días sobre la historia de la miel en Granada, encontré en las redes una joya de nuestra historia y quisiera compartirla con vosotros. Resulta que allá por el año 1858 en el Diario Granadino, “La Alhambra” ya se hacía referencia a las labores propias del campo y de la ganadería en el mes de febrero, incluida la apicultura y cuidados de la colmena en invierno.

Sin ir más lejos, el citado diario decía así cuando hablaba de los preceptos de la economía rural para el mes de febrero en relación al ganado:

Diario La Alhambra - Apicultura

“Anmento de alimento y trabajo a los caballos y bueyes, calor moderado en las cuadras, eximir del trabajo a las burras preñadas, dar a las terneras después de un alimento de leche pura, desnatada y mezclada con harina; los corderos comienzan a ir al pasto; las patatas, nabos y zanahorias con un poco de heno, son muy buenas para engordar los destetes de los corderos nacidos en diciembre o enero: poner aparte las marranas próximas á parir, darlas inmediatamente, después de una bebida tibia, leche y harina; vender los lechazos después de escogidos los que se destinen á la reproducción, hechar lluecas, dar á las pavas para acluecar los huevos de gallina y de pato, conservar los pichonchitos nacidos en este mes, limpiar las colmenas, y si continua el frio, dar de comer á las abejas. Del 20 al 25 de este mes, primavera natural; primeros amores de los pájaros, vuelta de los del Norte á su pátria: el tordo, el pinzon, y otras aves, celebran la vuelta de los dias hermosos.”

J. GARCIA., La Alhambra Diario Granadino, 20 de febrero de 1858

Mi reflexión sobre la apicultura de ayer y de hoy

Y mientras trascribo estas palabras que cuentan ya con 163 años, se me viene a la cabeza. ¿Quién leería estos periódicos en aquellos tiempos en los que la mayoría de la población era analfabeta? Preciso aún más, la gente que trabajaba el campo era la que aparentemente menos conocimientos sobre lectura tendría, por lo que, esos preceptos ¿a quién iban dirigidos en una sección de economía rural? Me resulta curioso. Quizás los terratenientes, los que podían permitirse aprender a leer y escribir, comprar un diario y leerlo, los dueños de las tierras y ganado que luego no trabajaban sus tierras, pero sí obtenían beneficios económicos. Quizás a esa clase social iban dirigidos esos preceptos para que tuvieran claro lo que sus jornaleros “sin estudios”, pero con “todos los conocimientos”, estaban haciendo en sus tierras. Ahí lo dejo…

Otra de las cosas que también me llaman la atención es que en febrero (invierno), las colmenas se tenían que limpiar para prepararlas para los nuevos enjambres de la primavera. Para que todo estuviera listo y la colmena pudiera realizar su cosecha en plenas condiciones. También hace mención a que si en febrero, el frío seguía apretando, había que dar de comer a las abejas. Lo único que puedo decir es que 163 años después, todo sigue igual en cuanto a tareas de cuidado de la colmena se refiere. Parece no haber pasado el tiempo.

En la actualidad, las tareas de cuidado de la colmena, son aún más crudas o laboriosas porque no contamos con la fuerza de la naturaleza de 1858. Los pesticidas han mermado la población de abejas, la contaminación está acabando con la mayoría de polinizadores y sin ellos, las cosechas mundiales y la mayoría de los ecosistemas están en peligro. Quiere decir que, la cadena alimenticia se romperá en algún momento si no ponemos freno.

En conclusión, aunque muchas de las tareas siguen siendo las mismas en la agricultura y ganadería, los 163 años que han pasado desde el 20 de febrero de 1858 nos han hecho perder parte de la naturaleza de nuestros ecosistemas y parte de las cosechas de miel de antaño, si la abeja está en peligro de extinción, también lo está la miel.

Somos apicultores (oficio en extinción), orgullosos de nuestro trabajo y de cosechar un producto natural y real . Para probar nuestra excelente miel, sólo tienes que entrar en nuestra tienda de miel, la llevaremos directamente de la colmena a su casa. Te esperamos muchas más veces por aquí.

Artículo añadido al carrito.
0 artículos - 0,00

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies