Torrijas con Miel y Meloja

Hoy os proponemos una receta de torrijas con miel y acompañadas de nuestra afamada meloja. Es un postre que tiene como base el pan hecho rodajas empapado en leche, rebozado en huevo y frito posteriormente, y al que se le puede añadir el aderezo que más nos guste. Aunque su consumo suele limitarse por lo general a la Semana Santa, actualmente es normal encontrarlas en las pastelerías en cualquier época del año.

Historia y tradición

Qué suerte tenemos de contar con recetas tan ricas y tradicionales en nuestra gastronomía. La gastronomía de Semana Santa está llena de recetas interesantes que nos hacen poner el interés en otros ingredientes diferentes a la carne (por aquello de guardar vigilia según la tradición cristiana-no comer carne- durante estos días), de ahí, sacar provecho a los salazones como el bacalao en todas sus variantes o bien, productos de aprovechamiento como el pan duro.

Como ya sabéis, cuando propongo alguna receta, me gusta ahondar en su origen o en la historia de sus ingredientes. Pues bien, parece que el origen de las torrijas como receta se puede remontar a más de 2.000 años. Podría decirse que en tiempos de los romanos, este postre no era tal, ya que se usaba como acompañamiento de platos de carne (sin rebozar en huevo). Más tarde, en el sigo XV, se consideraba un alimento apropiado para la recuperación de las mujeres que daban a luz. Y en épocas más recientes, durante el siglo XX, incluso se servían en los bares acompañando a los “chatos de vino”, de ahí que su fama llegara a traspasar fronteras y se internacionalizaran rápidamente.

Nuestra receta de torrijas con miel

Ingredientes:

• Una barra de pan de “ayer” (aunque en cualquier panadería venden pan óptimo para realizar esta receta).
• Un litro y medio de leche entera.
• Cinco huevos frescos de gallina.
• Un palito de canela en rama.
• Una vaina de vainilla.
• Una cáscara de medio limón.
• Una cáscara de media naranja.
• 100 ml de vino Oporto (opcional).
• Miel El Purche Sierra Nevada.
• 1 cucharada de canela molida.
• 1/2 litro de aceite de oliva.

Elaboración:

1. Vamos a hervir la leche en un cazo y añadiremos la piel del limón y de la naranja (bien limpias y sin la parte blanca, que suele amargar. Dejamos que la leche se aromatice bien. Añadimos también la rama de canela y la vaina de vainilla abierta, que tendremos que abrir con la punta del cuchillo y sacar las semillitas para añadirlas a la leche que se está calentando.
2. Posteriormente, se añade una cucharadita de canela molida y un poquito de vino de Oporto, para que termine de aromatizar la leche que estamos calentando. Cuando llegue al punto de ebullición, retiramos el cazo del fuego.
3. Mientras la leche se va calentando, vamos a ir cortando las rebanadas de la barra de pan. Preparamos dos recipientes, uno para echar la leche y empapar las rebanadas, y otro para poder rebozar el pan en huevo batido.
4. A continuación, se cuela la leche y se vierte en el recipiente que tenemos preparado y que nos permite empapar el pan. Cada rebanada la pasamos por la leche y luego por el recipiente donde hemos batidos los huevos.
5. Vamos calentando el aceite en una sartén y cuando está caliente, se van friendo las rebanadas de pan hasta que se doren. Posteriormente, las sacamos y vamos reservando en una fuente con papel absorbente.
6. En un recipiente a parte, vertemos miel previamente calentada. Vamos pasando por la miel cada rebanada que ya hemos frito. Ya tenemos nuestras torrijas con miel.
7. A la hora de emplatar, vamos a darle el toque final, añadiendo unas cucharadas de meloja y haciendo este postre aún más singular.

Pues adelante, me encantaría que en estos días experimentéis en vuestras casas con esta receta y que me contéis qué tal os ha ido. No hay quien se resista a esta exquisita receta.

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